Recolección y consumo de temporada de frutos rojos
Son
la mayoría de ellas frutas de temporada y sus meses de máximo apogeo son los
cálidos. Algunas se pueden encontrar prácticamente durante todo el año, aunque
su mejor estado de madurez y degustación corresponde a algunos meses concretos.
Varias de ellas también se pueden hallar a principios de otoño.
La temporada óptima de
recogida y consumo de cada una es:
·
Arándano: de mayo a septiembre.
·
Endrina: de septiembre a noviembre.
·
Frambuesa: de junio a julio.
·
Fresa: de diciembre a junio.
·
Fresón: de febrero a mayo.
·
Grosella: durante todo el año.
·
Mora: de agosto a octubre.
Los flavonoides han adquirido notoriedad
pública a raíz de su actividad biológica en el hombre, que los consume con los
vegetales. Los flavonoides poseen propiedades muy apreciadas en medicina, como
antimicrobianos, anticancerígenos, disminución del riesgo de enfermedades
cardíacas,
Los flavonoides fueron descubiertos por el premio
Novel Sent György cuando
en 1930 aisló de la cáscara del limón una sustancia, la citrina que regulaba la
permeabilidad de las pequeñas arterias. A partir de allí se han identificado
más de 5000 flavonoides,
ampliamente distribuidos en plantas, frutas y verduras y en diversas bebidas
como el vino, la cerveza el té negro y el té verde.
El
organismo humano no puede producir estas sustancias, por lo cual debemos
obtenerlos de la alimentación o en forma de suplementos farmacológicos. En
nuestra cultura nutricional contamos con alimentos ricos en flavonoides tales como: la fresa, naranja
ácida, uvas negras, toronjas, espinacas, remolacha, pimientos, cebolla,
aguacate, berenjena, plátano, brócoli y coliflor, entre una lista bastante
extensa.
Los flavonoides son pigmentos
vegetales, no nitrogenados, su función dentro del mundo de las plantas parece ser la de atraer a los polinizadores
hacia las flores o a lo animales que comen los frutos, con la intención de que
puedan dispersar mejor las semillas. También los flavonoides son la respuesta adaptativa de las plantas a
la intensa radiación ultravioleta. Estos componentes protegen a las plantas de
los nocivos rayos solares.
Los flavonoides protegen al organismo del
daño producido por agentes oxidantes, como los rayos ultravioletas, la polución
ambiental, sustancias químicas presentes en los alimentos, los compuestos
químicos tóxicos del tabaco, etc
Tienen las siguientes propiedades para la salud;
-Antioxidantes.
-Cardiotónicos.
-Contra la fragilidad capilar.
-Mejoran la circulación.
-Disminuyen el colesterol.
-Protegen el estómago.
-Protegen el hígado.
-Antiinflamatorios.
-Antibacterianos.
Muchos de los efectos beneficiosos asociados a
los flavonoides parecen estar relacionados con su actividad antioxidante. Los
antioxidantes son una de las defensas del organismo contra los radicales
libres, que son pequeñas moléculas que se producen durante los procesos
metabólicos normales. La producción excesiva de radicales libres daña las
células y sus componentes, incluido el ADN (material genético) celular, y se
cree que tiene un papel fundamental en el proceso de envejecimiento y en muchas
enfermedades degenerativas y relacionadas con la vejez.
Los flavonoides actúan como antioxidantes eliminando los radicales libres de
las células y limitando así el daño que pueden causar. http://www.eufic.org/article/es/artid/propiedades-beneficiosas-flavanoides-cacao/
Está demostrada la capacidad antioxidante de estas sustancias,
protegiendo a la células de efectos dañinos, impiden la oxidación del colesterol malo, previniendo la aterosclerosis (la aterosclerosis,
que consiste en una acumulación de placa compuesta en parte de colesterol en
las paredes arteriales que provoca un estrechamiento y endurecimiento
progresivo de las arterias. Esto no sólo limita el flujo de sangre en la
arteria, sino que también eleva la presión sanguínea y puede provocar coágulos
o trombosis. Los coágulos de sangre pueden obstruir la arteria en la que se
forman o descomponerse y desplazarse a otro lugar del sistema circulatorio.
Esto entrañaría un riesgo de muerte ya que, si bloquean una arteria que conecta
con un órgano vital como el corazón, pueden causar un infarto o, en el caso del
cerebro, un derrame cerebral).
aunque también se conoce su efecto en la reducción de los niveles de colesterol; factores importantes en la prevención de
enfermedades del corazón y enfermedades cerebro vasculares, además de prevenir
enfermedades degenerativas como la enfermedad de Parkinson y el mal de
Alzheimer.
Las características antioxidantes y antinflamatorias de los flavonoides, explican sus efectos protectores sobre
enfermedades como diabetes mellitus, úlceras gástricas y duodenales,
infecciones virales, alergias e inflamaciones. Losflavonoides han demostrado poseer efectos anticarcinogenéticos.
Tipos de flavonoides
Según los expertos del
Departamento de Fisiología de la Universidad de León y del Hospital de León, la contribución de
los flavonoides al potencial antioxidante de la dieta humana es importante. Aunque los hábitos
alimenticios son muy diversos en el mundo, el valor medio de ingesta de
flavonoides se estima en unos 23 miligramos al día, siendo predominantes los
flavonoles, especialmente la quercitina. Las fuentes alimenticias principales
de los flavonoles son, entre otras, el té
negro,
las cebollas, las manzanas y bebidas alcohólicas como el vino o la cerveza. Teniendo en cuenta
que el consumo medio de sustancias antioxidantes tan valoradas como la vitamina C es
de entre 70-100 miligramos al día y el de la vitamina E, de entre 7-10 miligramos diarios,
se puede considerar como relevante la contribución de los flavonoides como antioxidantes a la dieta.
En general, los
flavonoides se encuentran de forma natural en frutas, verduras y hortalizas, semillas y flores, así
como en la cerveza, el vino, el té verde, el té negro y la soja. De los más de 6.000
identificados destacan los citroflavonoides, entre los que se encuentran la quercetina,
hesperidina, rutina, naranjina y limoneno. Todos ellos se encargan de dar color o
sabores característicos a alimentos tan variados como las cebollas, el brécol, cerezas,
uvas, naranja, lima y limón. Otro grupo muy
conocido son los isoflavonoides de la soja, entre los que destacan las isoflavonas,
presentes tanto en la legumbre como en todos sus derivados como el tofu, la proteína vegetal
texturizada o la leche de soja, entre otros.
Las proantocianidinas y las antocianidinas se localizan en las semillas de las uvas
las primeras y las segundas en las cerezas, a las que confieren el color rojo y rojo
azulado característico. Los tés verde y negro son conocidos por su contenido en catequina y los puerros, rábanos, endibias y remolacha por su riqueza en kaemferol, otro tipo de flavonoides antioxidante.