FUNCIONES COGNITIVAS:
¿Cómo funciona nuestro cerebro? A lo largo del día, ya
seamos adolescentes o adultos, en el trabajo o en casa, nuestro cerebro utiliza
todo un repertorio de capacidades sofisticadas: las funciones
cognitivas.
Estas funciones cognitivas nos permiten
efectuar actividades como elaborar un itinerario, recordar un número de
teléfono, reconocer un rostro, calcular mentalmente, conducir, tocar el piano
o, simplemente, leer.
Ellas son, por tanto, la base del pensamiento, de la
acción y de la comunicación.
La Memoria
La memoria es la función cognitiva más
solicitada en la mayoría de nuestros actos. Interviene para registrar o
recordar informaciones tan diversas como un número de teléfono, lo que hemos
hecho el fin de semana, un encuentro, dónde hemos dejado las llaves, el nombre
de un determinado objeto o de una persona que nos presentaron recientemente, un
dato histórico famoso...
Igualmente, participa de modo fundamental
en otras actividades cognitivas, como la lectura, el razonamiento, el cálculo
mental, la creación de imágenes mentales... En consecuencia, se encuentra en
todo momento activa, voluntariamente o no, y nos permite crear un stock de
conocimientos culturales, recuerdos personales, actuaciones, etc.
La memoria constituye
el pasado de cada uno o, más bien, el conocimiento de sí mismo, y permite que
cada individuo posea una identidad.
La edad no es el único factor que
desencadena un deterioro en el rendimiento de la memoria. También contribuyen a
ello otros factores, como las circunstancias y determinados acontecimientos, la
fatiga, el estrés, la motivación o la emotividad.
¿Cómo memorizar mejor?
En general, para acordarse mejor de las
cosas hay que estar atento a lo que se hace, ya sea leer un texto o poner las
gafas sobre la cómoda.
En cuanto a las tareas rutinarias, una
manera de acordarse de regar las plantas o tomar la medicación, por ejemplo, es
hacerlo siempre a la misma hora y asociarlo a un acontecimiento concreto, como
un programa de televisión semanal o una de las comidas del día.
También es importante el aspecto emocional:
no podemos retener aquello que para nosotros carece de interés o de sentido.
Cuantos más registros emocionales, mejor se memoriza.
Para memorizar mejor puede resultar de
ayuda :
• Localizar las informaciones esenciales para la comprensión.
• Reflexionar e interrogarse sobre el contenido, sobre el sentido de la
información.
• Organizar las informaciones por categorías.
• Crear asociaciones.
• Recurrir con regularidad a la información.
La Atención
La atención se encuentra implicada en todos
nuestros actos intelectuales, permitiéndonos estar totalmente vigilantes,
focalizando nuestra concentración sobre un punto concreto, o bien, al
contrario, repartiendo nuestra concentración en varias actividades. Pero
entonces, ¡cuidado con la dispersión!
La atención no es estable, sino fluctuante. No se mantiene “sostenida” de
forma continuada, sino que presenta automáticamente estados de relajación en el
curso de una misma actividad.
El Lenguaje
El lenguaje
constituye la característica humana por excelencia. Todos los días utilizamos diferentes facetas del lenguaje: escrito
(lectura y escritura) y oral (comprensión y expresión).
Las Funciones
Ejecutivas
Las funciones ejecutivas son funciones
organizadoras relacionadas con la lógica, la estrategia, la planificación, la
resolución de problemas y el razonamiento hipotético-deductivo.
Estas funciones nos ayudan a resolver
todos los problemas más o menos complejos de nuestra vida cotidiana. Normalmente, hay que analizar bien el contexto y el objetivo buscado a
fin de evaluar las posibles consecuencias de la decisión que se tomará.
En la vida cotidiana nos encontramos con
situaciones complejas o simplemente nuevas, como hallar la causa de una avería,
establecer el recorrido adecuado para ir a un lugar, planificar labores de
jardinería, pensar las mejores jugadas para batir a un adversario al ajedrez...
Para comprender mejor estas situaciones,
estamos dotados de una capacidad de razonamiento que puede ser de tres tipos:
• El
razonamiento inferencial: Se utiliza ante un problema que se
aborda por primera vez y para el que no existe solución previa. En esos casos,
es necesario reparar en todos los elementos del problema y realizar una tarea
de deducción, de formulación y de verificación de hipótesis que permitan llegar
a posibles soluciones.
• El
razonamiento analógico: Se refiere a la reutilización
adaptada de una solución utilizada anteriormente ante un problema que
presentaba especificidades comunes al que hay que resolver actualmente.
• El
razonamiento automático : Es considerado más como
la aplicación espontánea de un procedimiento que como un razonamiento
propiamente dicho. Se da sobre todo en el marco de situaciones habituales, como
ir al trabajo en coche. Se realiza mediante la aplicación de conocimientos
automatizados almacenados en la memoria
procedimental. Al no ser nuevas, estas situaciones no
necesitan mucha atención, de modo que esta puede dedicarse a otra cosa.
Lo Visoespacial
En un mundo en el que la vista es el
sentido más utilizado, nos vemos enfrentados todos los días a situaciones que
requieren el reconocimiento de formas visuales y colores, el análisis de la
posición de un objeto en relación a otro, o la estimación de la distancia que
separa dos objetos.
Efectivamente, es necesario analizar bien todas las
informaciones visuales para actuar en el medio.
Nuestro sistema visual es responsable de
esos análisis espontáneos. Más concretamente, son dos partes diferentes del
cerebro las que procesan la forma de los objetos y sus propiedades espaciales
(es decir, el tamaño, el emplazamiento, la orientación de los objetos).
La vista es, por tanto, una función cognitiva
extremadamente compleja si tenemos en cuenta el número de
informaciones que debe procesar para obtener el análisis de una escena visual
coherente.
Ella nos permite también identificar los objetos que componen nuestro
entorno, así como sus posiciones en relación a otros objetos y en relación a
nuestro propio cuerpo. Así nos permite interactuar con el medio (coger objetos,
orientarnos a través de ellos, etc.).
Se fomenta la actividad mediante tareas para casa, ejercicios y
recomendaciones.